¿Estás preparando un viaje a Milán y buscas qué ver en la ciudad? Perfecto, ¡has llegado a la página indicada! Aquí conoceremos lo más importante de Milán, los lugares que no puedes perderte en un viaje a Milán. Paradas obligatorias. Milán tiene muchos monumentos, iglesias y lugares especiales, pero ciertamente algunos destacan sobre el resto.

Este es nuestro top 5 de lo más importante de Milán:

• Catedral de Milán

La Catedral de Milán es el símbolo de la ciudad, su símbolo y estandarte. Y los motivos son muchos. El Duomo está considerado como una de las catedrales más bellas del planeta en su estilo gótico. Un gótico que, junto a la mezcla del arte lombardo, crearon una obra maestra. Para ello se tardó casi 6 siglos completos desde el inicio de su construcción. Cada rincón, externo  o interno de la catedral, está detalladamente decorado dándole una imagen única. Y no había poco que decorar… es uno de los edificios religiosos más grandes del mundo, con capacidad para 40.000 personas.

• Plaza del Duomo

La Catedral de Milán se sitúa en la Plaza del Duomo. La plaza no puede faltar entre lo más importante de Milán. Pues, además de la catedral, tiene mucho que ofrecer. Para empezar, es clave en la historia de Milán, ya que marcó su centro desde que los romanos tomaron y desarrollaron la ciudad.

Además de la catedral, en la Plaza del Duomo hay edificos históricos como el Palacio Real de Milán. Dicho palacio fue la sede del gobierno durante siglos. Desde él gobernaron desde los Visconti a Napoleón Bonaparte.

Por otro lado tenemos maravillosos museos como el precioso Museo del Novecento, que da a la plaza una belleza mucho mayor por su preciosa arquitectura. Belleza que continúa en el interior con su colección y su característica escalera de caracol.

• La Última Cena de Leonardo da Vinci

Si hay algo que ya no está entre lo más importante de Milán sino entre lo más importante del mundo, esa es La Última Cena de Leonardo da Vinci. Una de las obras de arte más importantes y comentadas de todos los tiempos.

Leonardo pintó su Última Cena en uno de las paredes interiores del convento de Santa Maria delle Grazie. Más de 500 años después, sigue conservándose en su lugar original y, como en sus primeros años, atrayendo a miles de visitantes. Un lugar realmente imperdible en una viaje a Milán.

• Galería Vittorio Emanuele II

En uno de los laterales de la Plaza del Duomo, un enorme arco se abre dando paso a la Galería Vittorio Emanuele II. En ella, hasta la entrada es grandiosa. Se trata de dos calles perpendiculares, cubiertas por una bóveda acristalada, que forman una galería comercial. El pavimento está ricamente decorado por mosaicos y, las tiendas presentes, deben seguir un protocolo de imagen acorde. Todo en la Galería Vittorio Emanuele II desprende hermosura y elegancia. No es sólo un lugar de compras sino también de paseo y de reunión. Y, gracias a su belleza, se acabó volviendo uno de los destinos favoritos para los visitantes… ¡y con razón!

• Castello Sforzesco

El Castello Sforzesco es uno de los monumentos más impresionantes de Milán. El vivo testigo de la época dorada de su historia. Nacido como una fortaleza, una estructura defensiva, su función y su imagen cambiaron radicalmente con el ascenso del poder y la economía de Milán.

Con la llegada al poder de los Sforza, de quienes lleva el nombre, la familia de los grandes duques reformaron y redecoraron por todo lo alto del castillo. Haciendo así, de este, la sede del poder de Milán y su residencia privada. El monumento que mostraba la grandeza de Milán. En esta reconstrucción colaboraron grandes personajes como Leonardo da Vinci y Bramante.

El castillo luce hoy en día prácticamente como en aquellos tiempos y, en su interior, tienen su sede varios museos de Milán.